¿Qué son los productos para la protección de cultivos o productos fitosanitarios?
Los productos fitosanitarios, también llamados productos para la protección de cultivos o agroquímicos, son sustancias que protegen la sanidad de las plantas, y con ello nuestros alimentos. Pueden ser de origen biológico o de síntesis química.
Permiten minimizar o impedir el daño que las plagas pueden causar a los cultivos, y por lo tanto, afectar el rendimiento y la calidad de la producción de los alimentos. Según la plaga que controlen pueden ser acaricidas, fungicidas, insecticidas y herbicidas, según controlen ácaros, hongos, insectos o malezas, respectivamente.
¿Cómo alimentar a un mundo en crecimiento?
La población mundial está en constante crecimiento y para el año 2050 se estima, habrá más de 9.200 millones de habitantes en el planeta, los que demandarán no solo más alimentos sino también fibras y combustibles.
En respuesta a esto, la agricultura deberá suministrar un 80% de los alimentos, lo que exigirá un aumento del 60% en la productividad de los cultivos de hoy en día. El mayor desafío de la agricultura es, sin embargo, responder a esta demanda de una forma sustentable. Esto es producir más, pero al mismo tiempo disminuir su propia huella ecológica y adaptarse a importantes limitaciones como el cambio climático, la falta de agua y la escasa tierra que podría sumarse a la actividad agrícola. En este punto se debe destacar la importancia de la incorporación de los avances científicos y tecnológicos en la actividad agropecuaria. Se estima que sin la aplicación de fitosanitarios la producción mundial de frutas y hortalizas, forrajes y fibras caería entre 30 y 40% por acción de las plagas. Por lo cual, El uso de las tecnologías existentes y el desarrollo de nuevas herramientas y conocimientos, son fundamentales para responder a los desafíos que enfrenta la agricultura.
¿Los productos para la protección de cultivos son seguros?
Los productos para la protección de cultivos (también llamados fitosanitarios o agroquímicos) son seguros para la salud yel ambiente, siempre que se utilicen de manera responsable. Son evaluados en un proceso regulatorio, basado en los criterios y normas de registro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A lo largo de este proceso, se presentan estudios detallados sobre el impacto del producto en la salud y el ambiente para que pued aprobado y comercializado. Se realizan estudios de toxicidad aguda oral, dermal e inhalatoria, toxicidad subcrónica para las mismas vías, estudios de toxicidad crónica (desarrollo de malformaciones o cáncer) y ecotoxicidad, en mamíferos, aves, peces y abejas. También se analiza el comportamiento de la sustancia en el suelo y el agua. En Argentina, estos estudios son presentados al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), quien luego de un análisis pormenorizado, otorga la autorización para uso y comercialización del producto. Los requisitos necesarios para obtener esa autorización son similares a los de Europa, Estados Unidos y otros países del mundo. Más allá de la autorización regulatoria y para minimizar los riesgos a la salud y al ambiente, los productos fitosanitarios deben ser usados responsablemente y siguiendo las buenas prácticas agrícolas; esto es, usando los productos correctos, en las dosis adecuadas y siguiendo los métodos de aplicación recomendados en las etiquetas de los productos.