Autor: Equipo Técnico Desab

Con las precipitaciones generales de la zona, se comienzan a dar las condiciones para la siembra de la campaña gruesa, principalmente Soja.

Es clave para aumentar las probabilidades de éxito, tener en cuenta diferentes factores que pueden afectar negativamente nuestro potencial y tomar las acciones adecuadas para mitigar su influencia.

Calidad de semilla

La cosecha pasada nos dejo semillas con bajo poder germinativo y vigor. Las malas condiciones climáticas sobre el llenado repercutió en la calidad de semilla para esta nueva siembra. 

La implantación es uno de los momentos claves del cultivo. Por ende el análisis de la semilla a utilizar no solo en pg y vigor sino en la carga de patógenos que puedan tener, es una herramienta indispensable dadas las condiciones que estamos atravesando.

Elección del tratamiento de semilla

Utilizar fungicidas curasemillas que “cubran” las enfermedades que tengamos presentes más el uso de productos que controlen el complejo de damping off nos asegura alcanzar el stand de plantas deseados para cada ambiente.

La posibilidad de agregar al tratamiento de semilla bioestimulantes que mejoren la velocidad de emergencia y la rápida implantación son claves cuando las condiciones no son del todo favorables. 

Por otro lado, la elección de inoculante con cepas seleccionadas es importante para lograr la cantidad necesaria de nódulos eficientes y efectivos que favorezcan la nutrición nitrogenada. La inoculación, junto a una fertilización base balanceada permiten nutrir adecuadamente a cada planta para alcanzar el potencial máximo del cultivo.

La biología del suelo juega un rol muy importante en el crecimiento y desarrollo del cultivo. Hay microorganismos que interaccionan con las plantas favoreciendo su nutrición, estimulando el desarrollo de raíces y muchas veces activando mecanismos de defensas frente al ataque de patógenos. En el mercado hay inoculantes que contienen microorganismos capaces de promover el desarrollo de la planta, y con ello logrando un plus en el rendimiento. 

Control de malezas

El control exitoso de malezas desde el comienzo del ciclo del cultivo favorece el desarrollo de la planta, de allí la importancia de realizar tratamientos que permitan llegar a la siembra libre de malezas, con residualidad suficiente para que durante los primeros estadios la planta crezca sin competencia interespecíficas.

Dentro de las principales malezas a abordar para el cultivo de Soja, Amranthus sp y el complejo de gramíneas anuales son las más importantes. Éstas, junto a Conyza son considerada las malezas de mayor problema en la producción sojera Argentina.

Amaranthus

Los mejores resultados en el control de Amaranthus se obtienen combinando estrategias, utilizando herbicidas que presentan residualidad en suelo con modos de acción diferentes.

Las estrategias de overlaping o superposición es una de las más empleadas. La utilización de dos productos de diferente comportamiento en suelo, con diferentes modos de acción para controlar la misma especie de maleza, nos brinda mayor solidez frente al control de la problemática.

Gramíneas anuales

En muchas ocasiones, no solo es necesario controlar las malezas nacidas, sino evitar los sucesivos nacimientos. Para ellos es necesario el uso de herbicidas capaces de actuar sobre el suelo y evitar que nuevas malezas nazcan sobre los lotes.

Si bien las variantes dentro de cada sistema agrícola son innumerables, el uso de herbicidas selectivos que eviten la competencia de las malezas y mantengan un arranque del cultivo sin competencias es fundamental para alcanzar el máximo rendimiento.

Rama Negra

En estas últimas semanas se dieron nacimientos de Conyza sp, y dada las condiciones climáticas elongaron rápidamente, dificultando el control.

El uso de herbicidas específicos mejora notablemente los controles. Es importante asegurar un buen control antes de la siembra, ya que las herramientas post emergentes suelen ser poco efectivas. 

Control de plagas

Por último, el control de plagas al inicio de la implantación es importante para lograr que cada planta objetivo llegue a cosecha. Para eso, el monitoreo del complejo de cortadoras u otras plagas que provoquen la pérdida de plántulas es importante para alcanzar las densidades objetivas.

Los estrés bióticos y abióticos, son los causales de la reducción del rendimiento potencial esperado. Pensar en ellos y actuar anticipadamente con las herramientas que hoy tenemos disponibles nos permite reducir el “gap” entre el rinde esperado y el alcanzado maximizando los beneficios.

Esta nota pretende ser un disparador , para antes del inició de la siembra pongamos sobre la mesa los puntos críticos, analicemos y tomemos las acciones necesarias.